Un notario o notario público, como también se le conoce, profesional del derecho a quien el Estado le otorga fe pública para brindar seguridad jurídica y certeza en su actuación. El notario debe mantener un alto nivel de profesionalismo, ser imparcial y contar con autonomía en sus decisiones, solo limitadas por el marco jurídico y el estado de Derecho.
Al ejercer su función el notario cuenta con independencia tanto de los particulares como del poder público. Su compromiso es el de escuchar, interpretar y dar forma legal a la voluntad de quienes lo consultan para plasmarla en un instrumento público.
El tipo de documentos que realiza pueden ser:
– Escrituras de propiedad.
– Testamento.
– Creación de sociedades.
– Subrogaciones y renovaciones de préstamos.
– Sucesiones intestamentarias y testamentarias.
– Donaciones.
– Poderes notariales.
– Actas Notariales.
En general el notario debe contar con una licenciatura en Derecho, contar con una buena reputación personal y profesional y aprobar el examen o exámenes y otros requisitos que el estado donde solicite ser nombrado notario le pida, de acuerdo a la ley local.
El notario solo puede ejercer su función en la entidad federativa que le otorga el nombramiento. Si bien puede dar fe de acciones en relación con bienes que se encuentren en otra entidad. Por ejemplo, la escritura de una propiedad comprada en otro estado puede realizarla en el lugar donde ha sido asignado como notario.
La actividad notarial se regula de manera local. Cada estado tiene su propia ley del notariado y en ella se regula la actividad de los notarios, los requisitos para serlo y sus responsabilidades, derechos, obligaciones y sanciones.
La Dirección General del Registro Público y el Archivo de Notarias son los encargados de regular que se cumple la ley estatal del notariado.
En México, el notario debe asesorar a las partes, interpretar su voluntad, redactar, leer, explicar y autorizar el instrumento correspondiente, así como conservarlo y reproducirlo.
Además de los documentos que puede realizar, da fe de hechos como notificaciones, requerimientos, existencia y capacidad de las personas, reconocimiento de firmas, protocolizaciones de actas y hechos materiales en general.
El notario se compromete con su cliente para actuar de manera imparcial, proteger sus intereses y asesorarlo. Redactará y explicará el instrumento del cual dará fe; calculará, retendrá y enterará el monto de los impuestos que genere el documento. Por último, inscribirá en el Registro Público de la Propiedad los actos que así lo requieran.
El notariado es una actividad que forma parte de la historia del país. Su origen se remonta a la época prehispánica con el Tlacuilo quien a través de códices y murales daba fe de las actividades en Mesoamérica, donde se informaba de leyes y otros temas.
A partir del Virreinato, la actividad notarial en México está regulada y se considera a Hernán Cortés como el primer fedatario de la Nueva España.
Es el consentimiento que otorga el gobierno estatal a un profesional del Derecho para que elabore instrumentos públicos y ejerza funciones como notarios.
Cuando el estado en cuestión ha propuesto un examen de oposición, quienes aprueben este recibirán su patente o fíat de notario.
En México se trabaja con el sistema notarial latino, ejercido por profesionales del Derecho. La Unión Internacional del Notariado agrupa a más de 86 países que funcionan bajo el sistema de derecho romano germánico y el sistema notarial latino.
Actualmente, existen 291 notarios en el estado de Veracruz.